El 2020, cuyos datos constituyen la fuente principal de este informe IDD-MEX 2021 sobre el desarrollo democrático en los 32 estados de México, se recordará como “el año en el que el mundo se detuvo”. Los efectos de la pandemia por COVID-19 han sido de tal magnitud en todo el planeta y en todos los sectores sociales y económicos, que no hace falta reiterar aquí, datos por todos conocidos. Obviamente, México y su territorio, sus comunidades y su sistema productivo no escaparon a este flagelo.
El presente informe, elaborado con datos oficiales de las entidades federativas y con la percepción que los ciudadanos tienen del clima de derechos y libertades que caracterizan hoy a la democracia en sus comunidades, no puede sino reflejar el impacto que, esa “detención parcial de la vida”, que significó la pandemia, generó en el sistema de relaciones sociales, políticas y económicas en democracia; como también en el clima de derechos y libertades de las personas y las familias; en el funcionamiento de las instituciones que proveen servicios básicos para la dinámica social y laboral; en el clima de inversiones; en el sistema productivo… en fin, en la existencia misma.
Todo ello provocó una caída en el promedio general del IDD-Mex 2021, del orden de 24% con respecto al promedio nacional del año anterior, con 4,138 puntos para 2021 frente a los 5,434 que se registraban el año anterior. Este promedio es también 13% más bajo que el peor valor de la serie desde que iniciáramos la medición del IDD-Mex, ese registro correspondía al año 2017.
Como recomendamos en cada informe, lo importante es revisar este impacto al interior de cada dimensión y en el rendimiento logrado por cada una de las entidades. Sin embargo, es notorio el grado de afectación de la vida democrática que ha traído consigo la pandemia.
Sólo Yucatán e Hidalgo calificaron con alto desarrollo (más de 7,000 puntos) y las otras nueve entidades que estaban en esta posición el año anterior cayeron a categorías de menor desarrollo. Sin duda, el año “negro” para el mundo y para la sociedad mexicana, no podía más que evidenciarse en los indicadores objetivos que conforman el Índice de Desarrollo Democrático. No obstante, en esa situación de incertidumbre mundial y de paralización de las sociedades y sus economías, en el microcosmos democrático de pueblos y ciudades se han multiplicado esfuerzos solidarios para asistir a los sectores más desprotegidos de la sociedad, que debemos destacar como una materia prima fundamental para la recuperación de una mayor calidad democrática.
Aspiramos a que el altísimo costo de la pandemia en la vida de los individuos, de las familias y de las sociedades, sea una gran oportunidad para valorar la convivencia en democracia; para la defensa de los derechos y libertades que constituyen su esencia; para el mejoramiento de la calidad del Estado, que se ha demostrado esencial para proteger vidas y bienes en este marco excepcional, y para mejorar las condiciones sociales y económicas de grandes porciones de la población que necesitan ser incluidos social, política y económicamente a fin de alcanzar el desarrollo democrático esperado.
Este informe es un llamado de atención para las elites políticas, sociales y económicas del país ya que muchas de las oportunidades de mejora que aquí se identifican en cada estado, pueden constituir una hoja de ruta, no sólo para una recuperación, sino también para iniciar un camino sostenido de desarrollo para cada comunidad.
El informe se encuentra disponible en nuestro sitio web www.idd-mex.org a partir del próximo miércoles 3 de marzo a las 10 horas y allí se puede obtener toda la información de cada entidad, de cada dimensión y de cada indicador. Allí también se pueden obtener “juegos de datos” poniendo en comparación distintos estados, diferentes períodos y estados para lograr un informe a la medida del interés de cada uno de los actores democráticos del país.