Del 16 al 18 de octubre de 2019, la Fundación Konrad-Adenauer invitó al primer taller "Mujeres Empresarias: Creación de Sinergias entre América Latina y el África francófona", que fue organizado por el programa regional "Alianzas para la democracia y el desarrollo con América Latina" ADELA de la Konrad-Adenauer-Stiftung en cooperación con el Programa de Innovación, Desarrollo e Igualdad Sostenibles SIDE, basado en Túnez.
En la Villa la Collina, la antigua residencia de verano de Konrad Adenauer al Lago Como, Winfried Weck, representante de la KAS en Panamá y director de ADELA, y Amina Magouri, directora del Programa SIDE, abrieron el evento la primera noche y dieron la bienvenida a las 19 empresarias que habían llegado de América Latina y del África francófona. El objetivo del taller era intercambiar conocimientos e iniciar alianzas entre las mujeres de ambos continentes.
Durante el proceso de selección se prestó especial atención a un alto grado de heterogeneidad entre las participantes. Desde la logística, el mobiliario y la producción textil hasta la agricultura, el sector médico y los servicios, estuvieron representados una amplia variedad de sectores económicos. El objetivo del taller era intercambiar conocimientos e iniciar alianzas estratégicas entre mujeres de ambos continentes a fin de promover el desarrollo sostenible. Esta primera reunión de mujeres empresarias de muy distintos orígenes culturales tenía por objeto responder a las preguntas de cómo ven las oportunidades de cooperación y si es posible comparar los problemas y retos de la actividad empresarial en distintas regiones a fin de elaborar una hoja de ruta para la cooperación.
En el curso de los días siguientes, las participantes presentaron en primer lugar sus antecedentes, su educación y sus experiencias en el campo de la iniciativa empresarial. Posteriormente, presentaron temas de actualidad sobre la iniciativa empresarial, la sostenibilidad y el comercio internacional en forma de conferencias, que luego se debatieron en grupos de trabajo. Entre ellas figuraban, por ejemplo, las empresas de nueva creación como palanca para las sinergias entre los países asociados del programa; la inclusión social y la responsabilidad social en relación con la iniciativa empresarial de las mujeres; la iniciativa empresarial sostenible como valor añadido para los países en desarrollo; la innovación como impulsora del desarrollo de la iniciativa empresarial femenina y los mecanismos de apoyo para la creación de una red de empresarias en el África francófono y en América Latina.
Las participantes concedieron gran importancia a la presentación visual de sus actividades. De esta manera, el primer taller sirvió de base para las primeras cooperaciones entre las mujeres empresarias de América Latina y África. Además, ya estaban surgiendo temas que deberían seguir desarrollándose en futuras conferencias. Se hizo evidente, por ejemplo, que en el futuro deberían crearse planes de acción regionales para apoyar a las empresas y que debían identificarse y analizarse los obstáculos a la actividad empresarial de las mujeres en cada una de las regiones a fin de elaborar soluciones eficaces a esos problemas.
Con ese fin, las participantes se proponen continuar la labor en comisiones. En el debate final, las participantes explicaron sus propuestas para la continuación del proceso y elogiaron este taller completamente nuevo como un primer paso necesario para crear alianzas entre mujeres de dos continentes y como un enfoque prometedor para el desarrollo sostenible. Según la opinión unánime de las participantes, después de un breve período de tiempo juntos, ya se había desarrollado un sentimiento de unidad basado en experiencias, actitudes, visiones y desafíos compartidos. El temor expresado de antemano de que las posibles barreras lingüísticas pudieran conducir al "nepotismo" dentro de los respectivos grupos lingüísticos y culturales resultó ser completamente infundado. Las participantes se adaptaron entre sí desde el principio y se mezclaron sin más. Algunas de las discusiones se llevaron a cabo en inglés o con la ayuda de dos intérpretes.
Con el éxito de esta medida, se ha dado el primer paso importante hacia la formación de una nueva red suprarregional. Sus bases ya se establecieron durante el propio evento mediante la creación de una red entre las distintas participantes.