El litio, fundamental en la transición energética global, es un recurso estratégico para América Latina. La región, especialmente a través del “triángulo del litio” conformado por Bolivia, Argentina y Chile, cuenta con vastas reservas que ofrecen una oportunidad única para fomentar el desarrollo económico más allá de la simple extracción.
Este mineral es esencial para la fabricación de baterías de iones de litio, utilizadas en la descarbonización del transporte y en el almacenamiento de energía renovable, y puede convertirse en un catalizador para la transformación industrial y tecnológica de las economías locales.
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