El uso del glifosato en América Latina y el Caribe (ALC), sobre todo en el sector agrícola cada vez más industrializado, y en Colombia en la lucha contra los cultivos ilícitos, representa una amenaza a la seguridad ambiental en la región por tres razones: 1) daños a los ecosistemas ocasionados por este plaguicida, que se extienden a la biodiversidad y los recursos hídricos; 2) conflictos sociales surgidos en torno del glifosato a causa de la marginalización de los campesinos frente a la agricultura a gran escala y los monocultivos, lo cual ha derivado en conflictos violentos entre la sociedad civil y las Fuerzas Públicas, por una parte, y los riesgos de esta sustancia para la salud humana, por la otra; y, 3) posibles problemas de política exterior causados por las políticas divergentes frente al glifosato, tanto entre los países de ALC como con sus aliados extrarregionales.
* Publicación disponible en español e inglés.