El cambio climático sigue avanzando y en todo el mundo aumenta la preocupación por sus repercusiones. Aumentan los debates polarizados sobre quienes tienen la responsabilidad del cambio climático y el marco de acción coherente a implementar, el cual debe ayudar a alcanzar la autoeficacia y a crear incentivos para un cambio en la producción y en las necesidades, contribuyendo así a un comportamiento amigable con el clima. Al mismo tiempo, la mitigación de emisiones debe ser prioridad – el aumento del costo para los comportamientos que dañan el clima contribuye a ello.
La economía social de mercado ofrece justamente ese contexto, que busca combinar las ventajas de un mercado libre con las de un equilibrio social, actuando como correctivo. En ese sistema la política puede crear las condiciones marco para la economía, incentivando así una producción y un consumo amigables con el clima - por ejemplo a través del efecto que produce el tener precios y aranceles para el CO2.
En el ámbito del cuidado del clima los aspectos claves son los cambios en la producción y el consumo, y con ello la evitación, la reducción o por lo menos la compensación de emisiones - aunque el último no es una panacea y es controvertido.
Los mecanismos de compensación se basan en el financiamiento de proyectos para la protección del clima que reduzcan la cantidad de CO2 que uno mismo produce – por ejemplo a través de ofrecer o usar servicios de vuelos, gas y calefacción, así como también por la producción de bienes. Esos proyectos de protección del clima pueden contemplar inversiones en energía renovable y eficiencia energética, así como también en la reducción o la retención de CO2, por ejemplo, mediante la agricultura, los bosques, la silvicultura y la conservación de pantanos. Asimismo, se pueden enfocar en la mejora del manejo de residuos y del agua, así como también en la reducción de la emisión de gases dañinos para el clima.
Sin embargo, últimamente los proyectos de compensación han recibido repetidas críticas, porque se ha comprobado que en realidad no estaban aportando a la reducción de emisiones – o por lo menos no en la cantidad declarada – incluso se han tenido acusaciones por fraude relacionados a los certificados de compensación. Con ello, una vez más se manifestó la necesidad de estándares internacionalmente vinculantes y de mecanismos de monitoreo. En interés de los consumidores también se está exigiendo una mejor comunicación sobre los mecanismos de compensación.
Últimamente se ha conocido que algunos proyectos para el cuidado del clima en las regiones de implementación de los países socios han tenido un impacto negativo en la población indígena, como por ejemplo en la selva de Latinoamérica. Sería de importancia esencial que los proyectos sean beneficiosos para las personas en el lugar de implementación – no solamente de manera económica, sino también respetando sus derechos humanos y en especial su derecho de participación. Desde aquí puede partir la cooperación para el desarrollo, para (r)establecer la confianza en un diálogo con los países socios, cumpliendo con su responsabilidad como países industrializados y aprovechando la oportunidad de diseñar. Para ello se pueden crear foros donde participen los países e intercambien sus experiencias en marcos jurídicos y materiales para la implementación de los proyectos de compensación.
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Sobre esta serie
Las publicaciones del Monitor Sostenibilidad forman parte de nuestra serie de publicaciones Monitor. La serie Monitor ofrece una visión clara de un tema clave desde la perspectiva de los expertos de la KAS y lo sitúa en un contexto político y social mediante algunos «puntos clave».