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En la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires se reunieron aproximadamente 200 participantes, entre ellos más de diez Embajadores extranjeros, 25 integrantes del cuerpo diplomático, periodistas de distintos medios, alumnos, autoridades, profesores y público en general, para escuchar a las expectativas, intereses y prioridades de la Argentina con respecto a la política exterior del próximo gobierno. Los tres panelistas, el Embajador Ricardo Lagorio (Frente para la Victoria), el Embajador Rogelio Pfirter (PRO) y el Embajador Roberto García Moritán (Frente Renovador) presentaron durante el encuentro los focos principales de las relaciones internacionales sobre los cuales versarán las prioridades del posible próximo gobierno, moderado por Patricio Mateo Carmody, autor de los libros “Política Exterior al fin del mundo. Argentina, Brasil y Chile en el tiempo democrático.” y “Buscando consensos al fin del mundo. Hacía una política exterior argentina con consensos (2015-2027).”
Mónica Pinto, Decana de la Facultad de Derecho de la UBA y profesora titular de Derecho Internacional público y Derechos Humanos, inició el panel con sus palabras de apertura. A continuación, Patricio Carmody presentó las tres preguntas centrales del panel: “Que forma va a tomar la política exterior en la próxima legislación? Cuales van a ser las probables temáticas geograficas? Como se puede arreglar saber la importancia de la tematica de las relaciones internacionales antes de la publica?”
El primer invitado a exponer fue el Embajador Ricardo Lagorio, quien fue miembro del Servicio Exterior de la Nación, representante argentino ante la ONU y en la Embajada Argentina en los EE.UU, y miembro de la Secretaria de Relaciones Exteriores de la Cancillería. Ante todo, Lagorio advirtió que la Argentina siempre tuvo nobles tradiciones en las Relaciones Internacionales. Según el embajador la política exterior es un enorme desafío para la cancillería en un mundo novedoso. Lagorio aclaró que Argentina tiene que actuar con humildad y liderar de manera coordinada para poder tratar con todos los nichos externos que están distribuidos. Propuso una estrategia acerca de una política multidireccional que trata todo el desarrollo que sucede entre otros en la política exterior, la cultura, la ciencia, la tecnología, y el comercio exterior de la Argentina. “Hay que ingresar al mundo por todos los lados: Más mundo en la Argentina y más Argentina en el mundo,” fue la declaración central de su discurso. Añadió que la política exterior es un instrumento del desarrollo nacional. En su opinión hay dos dimensiones muy fuertes: el desarrollo y la integración. Lagorio se refirió a la importancia con la que el próximo gobierno tiene que tratar las relaciones en la región. Un desafío grande sería la integración regional con sus cinco vecinos. Por un lado afirmó que es importante mejorar la integración y el comercio en la región (por ejemplo MERCOSUR, la infrastructura y logistica). Por otro lado también habría que usar las ventajas de la región tal como los territorios estratégicos marítimos de Argentina entre el Atlántico Sur y el Pacífico Sur. Para terminar, resumió que “la Argentina por su biodiversidad está preparado perfectamente como país y como región, para transitar este siglo XXI que está en búsqueda de una construcción multilateral.”
A continuación, Rogelio Pfirter (PRO) quien ha sido Director de Asuntos Nucleares y Seguridad Internacional, Subsecretario de Política Exterior, Director de la ABACC y de la CONAE y Embajador en Gran Bretaña presentó su perspectiva respecto a la futura política exterior de Argentina.Advirtió que la política exterior tiene que reflejar la política interna. En este contexto subrayó los problemas complejos que tiene la Argentina. “Un país que está cerrado, que tiene una economía introvertida, que no alienta las inversiones externas, que no tiene el acceso al mercado de capitales, que no tiene una democracia totalmente funcional, no puede desarrollar una política exterior que sea totalmente coherente con los principios fundamentales en este país.” Continuó su exposición mencionando que Argentina tiene coincidencias fundamentales con América del Norte y Europa. Hizo hincapié en que no solo son extremadamente importante por sus valores sino también por las inversiones y el desarrollo de la Argentina en el siglo XXI. En cuanto a la integración regional, subrayó que los países de América del Sur comparten sus fronteras y además el mismo origen, similitudes de la cultura y sus visiones. Destacó las relaciones con Brazil y Chile como central para el gobierno siguiente, especialmente con el MERCOSUR en crisis.
El último discurso estuvo a cargo de Roberto García Moritán, embajador con mucha experiencia laboral como Director de Asuntos Nucleares y Seguridad Internacional, Director de la CONAE, Subsecretario para Asuntos Latinoamericanos, Subsecretario de Asuntos Exteriores y Vicecanciller (2005-2008). Moritán puso en foco al triángulo de los intereses de la nación, los ciudadanos y los empresarios. Destacó los beneficios que puede tener una Argentina bien situada en el mundo. Por ello, acentuó la gran relevancia de pensar bien en las relaciones internacionales y la necesidad de reubicar al país en el mundo. “Necesitamos un horizonte mucho más amplio. Vamos por una ecuación de ganar-ganar. Abrimos al mundo con inteligencia y también con los brazos abiertos, recibimos el mundo en la Argentina para que aproveche la riqueza y generosidad,” dijo Moritán.
Se mostró convencido que Argentina tiene que retomar, como eje de política exterior, los principios internacionalmente reconocidos. Mencionó a la política exterior hacia Ucrania y la represión en Venezuela, la limitación de libertades de individuales y políticos de la oposición en ese país. En su opinión, la Argentina tiene que empezar a optar una actitud ética que no reconoció en la política exterior en los últimos años. A continuación criticó la falta de unidad en Latinoamérica en cuánto a los desafíos de la globalización y la defectuosa realización del MERCOSUR. Elogió el fuerte avance en el comercio con Europa así como las relaciones con Brasil. Según Moritán, Argentina necesita relaciones abiertas en particular con las superpotencias y poderes emergentes del mundo. Concluyó que una política más responsable es irrenunciable para tener una presencia y actividad comprometida en las principales temas que afectan la comunidad internacional como el terrorismo internacional, el narcotráfico y la corrupción.
