El autor se enfoca en explicar hasta que punto la etnicidad y la racialidad se construyen como interpelantes de la política. Se lo titula Halajtayata, que en aymará significa "divididos" y/o "caídos", pues es fácil constatar que el desaliento de la convivencia nacional está superlativamente vinculado a la existencia de un país dividido y caído en diversas formas. "La pobreza tiene un rostro indiscutiblemente étnico y la división de las clases sociales está estremadamente marcada por la racialización de sus estratos. Somos ricos y pobres, y, cómo no, próperos y excluidos, pero estos repartos encajam penosamente también en el cotejo de que los prósperos son "K´aras y los excluidos son "indios"".