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Verdades y mentiras en los tiempos de la (des)información

“Verdades y mentiras en la era de la desinformación” nos brinda, a través de la mirada de especialistas, un análisis de la problemática y su impacto en sociedades latinoamericanas; nos conduce a una reflexión sobre temas cruciales como las falsas noticias en época de pandemia, que pusieron en riesgo un sinfín de vidas.

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En un mundo global e interconectado, las redes sociales han tenido un exponencial crecimiento durante las dos últimas décadas. También han evolucionado con rapidez, sus formatos y contenidos. Asociado a esta transformación de la información, han avanzado progresivamente: datos, mensajes e información inexacta, engañosa e incluso falsa, desacertada y equívoca. Su grado de evolución, pero además la velocidad de divulgación, junto con la creciente producción y difusión de contenido, de acceso abierto de las redes sociales y sus formatos, aumenta el daño potencial por el impacto que representa en determinados públicos y sociedad en su conjunto.

Extensa evidencia empírica ha demostrado que la propagación de la desinformación es más cualitativa y cuantitativamente más rápida y tiene mayor alcance que la información precisa y veraz. El perjuicio que causa la desinformación en la sociedad es marcadamente importante, incluye desde la interferencia política, por ejemplo, en procesos electorales, hasta la difamación y deterioro de imagen de las personas, instituciones y marcas corporativas. En definitiva, la repercusión general es la erosión y el deterioro de la confianza en personas, instituciones, y en la sociedad en su conjunto.

La desinformación, por lo general, tiene el objetivo de desestabilización, pone en riesgo los valores e instituciones democráticos, y erosiona la institucionalidad y el Estado de Derecho, a partir de conceptos como: Posverdad, Fake News y la manipulación de las redes sociales. Khan, Irene (2021 [1]) destaca que la desinformación data de hace más de 2.000 años, menciona que: Octaviano organizó una despiadada campaña de desinformación para destruir a su rival Marco Antonio y convertirse en el primer emperador romano, César Augusto. Desde aquellos lejanos tiempos, la información ha sido inventada y manipulada con objeto de ganar guerras, promover ambiciones políticas, vengar agravios, perjudicar a los vulnerables y obtener lucro económico (Khan, Irene, 2021).

Olmo y Romero, Julia A. (2019 [2]) enfatiza que la desinformación es: “La difusión intencionada de información no rigurosa que busca minar la confianza pública, distorsionar los hechos, transmitir una determinada forma de percibir la realidad y explotar vulnerabilidades con el objetivo de desestabilizar”. Interpreta que no se refiere a filosofía; sino que se refiere a obtener ventajas políticas, de minar los valores democráticos, de extender una nueva narrativa para, en definitiva, cambiar nuestra realidad. Y también de una forma nueva, barata y eficaz de injerencia, como puso sobre la mesa la posible interferencia rusa en las elecciones estadounidenses de 2016, el referéndum del Brexit, los procesos electorales de Francia y Alemania o lo ocurrido en Cataluña (Olmo y Romero, Julia A., 2019). La desinformación para Khan, Irene (2021) no es un fenómeno nuevo. Menciona. “Lo que sí es nuevo es la manera en que la tecnología digital ha hecho posible que diversos actores creen, difundan y amplifiquen información falsa o manipulada por motivos políticos, ideológicos o comerciales a una escala, a una velocidad y con un alcance sin precedentes.

Al interactuar con agravios políticos, sociales y económicos del mundo real, la desinformación en línea puede tener graves consecuencias para la democracia y los derechos humanos, como ha quedado demostrado en elecciones recientes, en la respuesta a la pandemia de enfermedad por coronavirus (COVID-19) y en los ataques cometidos contra grupos minoritarios.

La desinformación es políticamente polarizante, impide que las personas ejerzan verdaderamente sus derechos humanos y destruye su confianza en los Gobiernos e instituciones”. Renán Estenssoro (Compilador) nos presenta esta publicación titulada: “Verdades y mentiras en los tiempos de la desinformación”. Metodológicamente, el libro está dividido en tres temáticas, en estructura, contiene los ensayos de diez periodistas y un politólogo que analizan, desde su experiencia en los medios y/o en las verificadoras, el comportamiento de la desinformación y su impacto en cuatro países latinoamericanos: Argentina, Bolivia, Ecuador y Perú. La reflexión se realiza desde tres diferentes puntos de vista. El primero da cuenta de los bulos que se generaron sobre la política y las elecciones celebradas entre el 2019 y el 2021 en los cuatros casos de estudio; el segundo sobre las teorías de la conspiración y los movimientos anti vacunas que aparecieron como consecuencia de la pandemia del Covid-19 y, el tercero, sobre la necesaria utilización del periodismo y la alfabetización mediática e informacional como herramientas para luchar contra este fenómeno.

Para la Oficina Bolivia de la Fundación Konrad Adenauer (KAS) la temática de esta publicación forma parte de su trabajo a nivel internacional, toda vez que la desinformación se trata de un problema de derechos humanos, limitaciones a la libertad de expresión, agravado por un desorden informativo. Existe la noción, cada vez más evidente, que la desinformación tiende a prosperar allí donde los derechos humanos son limitados, donde el régimen de información pública no es sólido y donde el nivel de calidad, diversidad e independencia de los medios de comunicación es bajo. A la inversa, allí donde se protege la libertad de opinión y de expresión, la sociedad civil, los periodistas y otras personas son capaces de cuestionar las falacias y presentar otros puntos de vista. Es por ello que los derechos humanos internacionales constituyen un marco robusto y apropiado para luchar contra la desinformación (Khan, Irene, 2021).

Finalmente, deseamos agradecer a la Fundación para el Periodismo (FPP) y los aportes de los autores que contribuyeron a la misma: María Silvia Trigo, Laura Zommer, David Hidalgo, Erika Astudillo F., Pablo Andrés Rivero, Carolina Méndez Valencia, Pablo Peralta, Jesús Vargas Villena, Ramón Grimalt, Juan Carlos Salazar Del Barrio, Isabel Mercado y Renán Estenssoro (Compilador). Deseamos que esta contribución sirva para el debate y el entendimiento de esta temática de importante actualidad.

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[1] Khan, Irene. (2021). La desinformación y la libertad de opinión y de expresión. Informe de la Relatora Especial sobre la promoción y protección del derecho a la libertad de opinión y de expresión. Consejo de Derechos Humanos 47º período de sesiones. 21 de junio a 9 de julio de 2021. Naciones Unidas.

[2] Olmo y Romero, Julia Alicia. (2019). Desinformación: concepto y perspectivas. Embajadora en Misión Especial para las Amenazas Híbridas y la Ciberseguridad. Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación. Real Instituto Elcano. ARI 41/2019. 9 de abril de 2019.

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