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El pasado jueves 30, Horst Grebe, presidente del Instituto Prisma, presentó el anteproyecto de la Ley general del empleo y del trabajo en el Restaurante Vienna. El cual fue elaborado en el marco de las actividades de la Mesa Laboral con el objetivo de actualizar y presentar una nueva ley, la misma se promulgó en el año de 1942.
Dicho proyecto de ley considera tres aspectos sobresalientes:
1) Crear un equilibro entre protección de los trabajadores e incentivos respectivamente, flexibilidad para los patrones
2) Promover la igualdad de género
3) Llegar a que el país legal y el país real se aparezcan más, por lo tanto hay que implementar nuevas normas que correspondan más a las modalidades de trabajo actuales.
En el evento también se habló de la jornada laboral la cual no debe pasar por encima de las 44 horas semanales tanto en el caso de hombres y mujeres (actualmente son de: 48 horas hombres, 40 horas mujeres) aunque todavía se reconocen formas de reducir la jornada, como los permisos y las licencias. En el debate también se habló de la discriminación de géneros que también se refleja en medidas sobreprotectoras que al final sólo logran “desproteger” a las mujeres: si para el patrón emplear a una mujer resulta ser un inconveniente, en muchos casos ella se queda sin empleo. Para igualar sus oportunidades, hay que igualar sus derechos, se mencionó a la audiencia.
El trabajo de los niños ilustra el tercer aspecto: el trabajo de niños y adolescentes está supuestamente prohibido pero en realidad en Bolivia obviamente existe. Aunque a largo plazo el objetivo es eliminarlo, a mediano plazo se propone establecer un régimen transitorio que permitiría implementar un marco de protección para los mismos, niños y adolescentes (cosa que ellos también piden). Una participante mencionó que tampoco se naturalizan pobreza y corrupción para controlarlas y que el estado debe ser un ejemplo con lo que permite/prohíbe.
Al finalizar los participantes estuvieron de acuerdo con la presentación del anteproyecto de Ley. Para terminar en el evento se sugirió socializar el anteproyecto tanto en el parlamento como en la sociedad civil para perfeccionarlo.