De Jörn Reineke | 28. de Noviembre de 2011 - 15:00 Horas
Después de que el Dr. Iván Velázquez, Coordinador de la KAS, había dado la bienvenida a los participantes del evento, la presentación de la norma ISO 26000, por la Ingeniera Iris Soto del Instituto Boliviano de normalización y calidad (IBNORCA), constituyó la base fundamental para la discusión posterior entre los participantes del taller.
Mediante las explicaciones de la Ingeniera Iris Soto el aspecto del desarrollo sostenible de la norma ISO 26000 se hizo evidente. Además recalcó que dicha norma solo constituye una guía y que no es obligatoria ni certificable.
El señor Rodolfo Eróstegui, Director Ejecutivo de LABOR, mencionó, en la ronda de discusión, que las obligaciones que conllevan normas nacionales, parecidas a la norma ISO 26000, mayormente son percibidas, por parte de lo empresarios, como una carga adicional. Otros participantes de la ronda de discusión añadieron que esa falta de aceptación, con respecto a la responsabilidad social, se debe a la insuficiente integración de tales normas en las estructuras internas de las empresas. Tal hecho se ve confirmado por otro comentario de un participante que dijo, que ya solo el pago puntual de los salarios debería ser considerado como responsabilidad social empresarial, lo que demuestra una vez más la mentalidad empresarial presente en Bolivia. La responsabilidad social, la cual incluye el desarrollo sostenible, también podría ser incorporada en las empresas bolivianas, según los participantes, mediante pasos pequeños, como por ejemplo el remplazo de focos incandescentes por focos de ahorro y así ahorrar energía, lo que beneficiaría ambos, empresario y el medio ambiente. Esa observación demuestra una vez más que la aplicación de medidas de responsabilidad social, no tiene que ser costosa y ser percibida como carga sino que más bien se puede combinar la meta de cualquier empresario, la maximización de la ganancia, con el desarrollo sostenible.
Finalmente se llegó a la conclusión que la norma ISO 26000 se debería usar como una guía considerando las condiciones empresariales de cada país, dando así un impulso, para que, en un futuro cercano, la responsabilidad social empresarial reciba la atención merecida en Bolivia.