Título individual
En el primer seminario, que tuvo lugar en Salta, Argentina, en junio de 2014, el tema “Agua: un recurso escaso y necesario. Desafíos para su uso sustentable" fue el centro del debate. En agosto del mismo año, en San Pedro de Atacama, Chile, un segundo encuentro fue dedicado a “Los modelos productivos y el recurso hídrico para el desarrollo de la región: el desafío del crecimiento económico con sustentabilidad ambiental”. Finalmente, en diciembre, los participantes se reunieron una vez más, en Sucre, Bolivia, donde las discusiones fueron en torno al tema “Modelos institucionales para una gestión sustentable del agua en la Región”.
Los desafíos de abarcar la dimensión ambiental se vuelven más complejos mientras más nos acercamos a los ciudadanos, como es el caso de los gobiernos locales. Si bien el medioambiente ha sido motivo de preocupación en casi todas las naciones de Latinoamérica –aspecto que se ve reflejado en la proliferación de normativa nacional y de áreas de gobierno que deban encargarse de estos temas, ya sean ministerios o secretarías–, cuando analizamos la gran variedad y heterogeneidad de pequeñas ciudades y pueblos que componen y articulan los territorios de la región de Atacama, vemos que aún hay mucho por hacer, tanto en lo político e institucional, como en lo referido a la gestión técnica específica que requieren estos temas.
La región de la tríplice frontera ubicada en el desierto Atacama-Lípez, debido a sus peculiaridades –región de escasez hídrica, rica en recursos minerales como el litio, y además productora de quinoa–, es ideal para proyectos de cooperación a nivel internacional, pero que respeten las diferencias locales. Durante el ciclo de seminarios, los participantes aprendieron sobre los sistemas políticos y legales de cada país, conocieron la región in locus – ya que fueron organizadas visitas técnicas, como, por ejemplo, a la mina de litio en el salar de Uyuni, organizada por la Gerencia Nacional de Recursos Evaporíticos de Bolivia–, y pudieron compartir ideas.
KAS y ACEP consideran fundamental generar el debate que promueva la “institucionalidad ambiental”, de tal manera de colaborar en el desarrollo sustentable local, y cómo el mismo se complementa necesariamente con los proyectos regionales y nacionales de desarrollo. Esperamos que acciones para el futuro deriven de este proyecto conjunto, y que puedan convertirse en beneficios reales para la comunidad atacameña, además de traducir un modelo de cooperación política para otras regiones del mundo.