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Es conocido que en los últimos 50 años el ser humano ha modificado la naturaleza y los ecosistemas a un velocidad y fuerza nunca antes vista, lo que , sumado a la explosión demográfica en los países ( sobre todo vías de desarrollo ) , el deseo aspiracional y de consumo excesivo de las personas, ponen en situaciones de presión a los ecosistemas naturales, lugar de las materias primas que se extraen para cumplir esos requerimientos. Como enla Amazonía, donde a través del monitoreo satelital se pueden ver que la deforestación avanza más rápido de lo que se creía y que el “síndrome de los bosques vaciós” ( lugares donde la fauna y flora ha sido extirpada , principalmente por tráfico de especies ) son cada vez más observables.
La deforestación no solo impide que el bosque sea un regulador del clima y un banco de mitigación ambiental, sino que también agrava la situación de la gran vulnerabilidad frente al Cambio Climático, tanto en seguridad hídrica, como en la resiliencia a los desastres y eventos extremos ( pronosticados como consecuencias ineludibles del cambio climático)
Es, ante este panorama preocupante, que se hace urgente tomar medidas políticas para revertir esta situación y virar el camino hacia una economía de “crecimiento verde” , que armonice y articule los objetivos de conservación y desarrollo, que incluya:
- La promoción de Bionegocios, manejados por la inventiva del sector privado pero canalizados por el Estado, que busque alianzas estratégicas con empresas socialmente responsables y enfocado en nichos de consumo interesados en productos sostenibles
-Los Mecanismos de Retribución por Servicios Ecosistémicos -MERESE-, los cuales son instrumentos muy útiles para las zonas de la selva alta, principalmente.
Este “crecimiento verde”, para que tenga la impacto necesario, debe ser una política de Estado , a través de una gobernanza ambiental a todo nivel, con una visión holística de la Amazonía ( enfoque de paisaje) que centre su trabajo en las personas, con las personas y para las personas, a fin que los pobladores sean los agentes de cambio local, con gestión participativa y liderazgo permanente que incluya ,los saberes tradicionales y la cultura propia de los pueblos amazónicos.
La Gobernanza ambiental, debe partir desde una visión de lucha contra la pobreza, pues en muchos casos es la necesidad de encontrar soluciones económicas las que generan la destrucción de los bosques, por lo que la Planificación política debe considerar, para hacerse sostenible en el tiempo, factores como el incremento demográfico, el tope presupuestal que se puede manejar y una precisa lectura de la realidad del territorio en que se ejecute, asi mismo, debe cambiar las políticas punitivas ( castigo) por unas incentivadoras, es decir que se estimulen las actividades sostenibles y se pongan barreras a las que no lo son , de tal manera que no sea un “buen negocio” realizar actividades que atenten contra el equilibrio de los ecosistemas.
Se hace necesario, también , que estas medidas sean comunicadas eficazmente , de tal manera que sirva de incentivo para replicar en otros lugares y que el control ciudadano constante , de fácil acceso ,con transparencia y capacitación permanente.
