Tuvimos la grata presencia del autor de la investigación, Fernando Anaya, quien presentó los puntos importantes del documento el cual posteriormente fue comentado por un panel de expertos de Argentina, Chile y Bolivia. Especialistas que al día siguiente se sumaron a más colegas expertos de estos 3 países para la realización del taller cerrado.
El Litio emerge como una enorme posibilidad para el desarrollo de la región considerando que es necesario consolidar una cadena de valor que no se quede en la mera explotación, sino que se integren procesos más amplios como distribución, producción e, incluso, recirculación del mineral.
Los países del triángulo del Litio, Argentina, Chile y Bolivia, (donde se ubican los principales salares con este mineral) de primera mano pueden verse beneficiados con el uso de este recurso; sin embargo, al estar ubicados en zonas de importancia ecológica ( la biología de los salares ) y de interés social (comunidades indígenas y aledañas) obliga desde lo ético y lo económico a tener estrategias de desarrollo donde incluyan los impactos que pueden generar, para así poner en la misma ecuación las sistemas de remediación ambiental y de relaciones comunitarias y lograr que el desarrollo de este mineral, indispensable para la transición energética, sea beneficioso para todas las partes.
Actualmente el litio está trascendiendo el aspecto comercial para convertirse en un activo geopolítico donde países como China, EE. UU. y la Unión Europea muestran su interés en la extracción. Por ese motivo sería un acierto estratégico una integración regional latinoamericana que ayude a negociar en bloque, oferte producción más que solo extracción y ponga condiciones favorables para la economía, el ambiente y la sociedad.