El Premio Emprender Paz es organizado por la Fundación Grupo Social y es posible gracias a la cooperación de la Embajada de Suecia, la Fundación Konrad Adenauer y Ayuda en acción. Los doce finalistas, provenientes de diferentes municipios y ciudades de Colombia, llegaron a Bogotá el 21 de noviembre para conocerse e intercambiar sus experiencias de construcción de paz. Esto, en el marco de un almuerzo en el que participaron representantes de las entidades organizadoras y cooperantes, así como miembros del jurado del premio.
La ceremonia de premiación inició con los testimonios de ganadores de pasadas ediciones. Este espacio fue moderado por Francisco Miranda, director de la revista Portafolio y jurado del premio. El panel contó con la participación del hermano Niky Alexánder Murcia Suárez, rector de la Universidad de La Salle, Yurani Palacios Mosquera, Coordinadora de Proyectos en Responsabilidad Social y Sostenibilidad de Pavco Wavin Colombia, Carlos Fernando Torres, gerente de Mundo Maderas y Juan Fernando Valenzuela, Director de Compras y Fomento Agrícola de la Compañía Nacional de Chocolates.
En sus intervenciones contaron cómo sus empresas han dado ayudas educativas para que sus colaboradores y familiares tengan la posibilidad de terminar sus estudios básicos y poder acceder a la educación superior. Al concluir el periodo de formación, las personas vuelven a sus territorios para aplicar los conocimientos adquiridos en conjunto con las comunidades.
También se compartieron las estrategias para brindar su primer empleo formal a ciudadanos que están en procesos de reinserción a la vida civil. En la parte rural, lamentablemente, las mujeres son segregadas de las actividades productivas, estas compañías son conscientes de dicha realidad e implementan políticas para que las trabajadoras puedan encontrar un empleo o desempeñarse en un oficio. Dichas políticas están siendo aplicadas en jóvenes y migrantes. Las corporaciones también tienen programas de bienestar para que sus empleados puedan acceder a ayudas como créditos educativos y de vivienda.
Helena Storm, embajadora de Suecia en Colombia, destacó las calidades humanas y emprendedoras de cada una de uno de estos negocios que tienen impactos directos en sus comunidades con productos y servicios de alta calidad. Todos estos emprendimientos son inspiradores por su capacidad de generar oportunidades y sueños en zonas afectadas por el conflicto armado.
Klaus Botzet, representante de la embajada Alemania en Colombia, resaltó que estas compañías dan a conocer al mundo la diversidad étnica, cultural y gastronómica de Colombia. Además, dijo que estos emprendedores tienen valentía admirable por construir empresas legales en zonas afectadas por la violencia y con poca o nula presencia por parte del Estado colombiano.
Stefan Reith, representante de la KAS para Colombia, destacó que el Premio Emprender paz tiene como fin contribuir a la construcción de justicia social, una economía responsable e inclusiva para llevar tranquilidad a las familias en los territorios. Por ende, se hizo énfasis en que "la gran ganadora de esta noche es Colombia". Citó, además, una frase de Konrad Adenauer, primer canciller de la República Federal Alemana, quien dijo que "la economía debe servir a la gente y no la gente a la economía".
María Isabel Cerón, directora de Colombia Ayuda en Acción, hizo hincapié en que a lo largo de estos años se han visibilizado muchos proyectos de desarrollo sostenible liderados por mujeres firmantes del Acuerdo de Paz, en estos han jugado un rol fundamental las víctimas del conflicto y jóvenes de las regiones.
Los ganadores en esta edición XV del premio Emprender Paz fueron: en el cuarto puesto Asianei, empresa que desde la Serranía del Perijá y la Sierra Nevada de Santa Marta cultiva café orgánico por medio de un modelo cooperativo que beneficia a las comunidades que habitan dichos territorios. En el tercer lugar, Casa Luker, empresa que en la última década ha venido desarrollando cultivos de cacao de la mano con pequeños productores ubicados en diferentes regiones del país. El segundo galardón fue concedido a la empresa Kahai, la cual comercializa diferentes productos como aceites cosméticos y proteínas provenientes de un árbol amazónico; mientras, al mismo tiempo, reforesta la selva del Amazonas.
El primer puesto fue dado a la Red Departamental de Mujeres Chocoanas, iniciatva que cuenta con la participación de cincuenta y cinco organizaciones sociales ubicadas en el departamento del Chocó. Gracias a esta alianza, el restaurante La Paila de mi Abuela, lugar que ofrece la oferta gastronómica del Pacífico colombiano, ha logrado consolidarse entre la comunidad y los turistas que visitan esta región del país.
