Con el objetivo de dar una conversación amplia sobre las violencias cotidianas en Colombia, el día 7 de junio la Fundación Konrad Adenauer, la Universidad del Rosario, La Casa Editorial el Tiempo y Caracol Radio realizaron la Conferencia Académica Anual para el año 2022, ‘Rompiendo los ciclos de violencia’. Este año de contexto electoral, se planteó como tema de conversación el reconocimiento y la superación de todas las formas de violencia en la sociedad colombiana, en especial, aquellas que afectan la vida de los colombianos cotidianamente y de manera invisible.
Para dar inicio a la jornada, Alejandro Cheyne, Rector de la Universidad del Rosario, realizó los saludos iniciales. En su intervención señaló que la Conferencia Académica Anual nació con la iniciativa de abrir una conversación en la cual se tratasen temas que representan desafíos importantes para el país; pero también como una oportunidad para que empresarios, académicos, organizaciones sociales y jóvenes converjan en un espacio de reflexión y aprendizaje. Según señaló, el tema a tratar en este año, es de gran relevancia para la Universidad, debido a su rol como un actor de gran responsabilidad el cual debe adelantar un proceso de pedagogía y debate; además de ser promotor de la construcción de una agenda para contribuir y romper ciclos de la violencia cotidiana en el país.
Continuando con lo anterior, Stefan Reith, representante de la KAS Colombia, agradeció la participación de los asistentes y aliados del proyecto. Dentro de su intervención, resaltó que, en línea con el trabajo adelantado por la fundación durante varios años en el país, la conversación realizada en esta oportunidad resultaba muy oportuna en un contexto pre-electoral; puesto que, asuntos como la seguridad, la convivencia ciudadana y el diálogo social, serán temas de gran relevancia que deben ser tratados con precisión académica y en un entorno democrático, plural y deliberativo.
Del mismo modo, Andrés Mompotes, Director de El Tiempo Casa Editorial, destacó que la Conferencia Académica Anual se presentó como un oportunidad para que los debates académicos sobre violencias cotidianas salieran de las aulas y fueran compartidos con la ciudadanía con el objetivo de que toda la sociedad colombiana trabaje conjuntamente en combatir las violencias en los entornos familiares, escolares y laborales, participando activamente en un ejercicio que inicie desde las bases sociales y transforme las prácticas culturales y estructurales de violencia en el país.
Una vez concluida la inauguración del evento, se dio paso al primer panel de discusión del que hicieron parte María Elisa Pinto, Presidente del Consejo Directivo de la Fundación Prolongar; María Victoria Llorente, Directora Ejecutiva de la Fundación Ideas para la Paz; Jorge Orlando Melo, Historiador; y Julián De Zubiría, Confundador y Director del Instituto Alberto Merani.
Dentro de dicho panel, los expertos compartieron algunas apreciaciones sobre la violencia, sus causas y posibles soluciones. En un primer momento, María Elisa Pinto trajo a la conversación la importancia de las narrativas y su papel en la justificación de la violencia cotidiana. Sobre lo anterior, señaló que es indispensable trabajar en reconocerlas, reconstruirlas y transformarlas para evitar que se perpetúen en la sociedad. Así mismo resaltó que, desde su experiencia en el uso de la creatividad estratégica para la transformación social, ha sido posible demostrar que el arte es un importante instrumento pues desfamiliariza aquello que se ha hecho familiar, para conectar con los demás desde lo simbólico y emocional, y también, para dar voz a los grupos marginales.
Por su parte, María Victoria Llorente, manifestó que uno de los elementos más importantes para trabajar en pro de la superación de violencias cotidianas es el fortalecimiento de la confianza dentro de la sociedad. Según señaló, en el marco de un contexto social de violencia, guerra y polarización, se han arriesgado facultades sociales como la confianza o la curiosidad, en detrimento de un posible proceso de construcción social de paz. En este orden, sus recomendaciones se centraron en que es menester seguir trabajando en la apertura de diálogos entre distintos actores sociales que logren estructurar agendas comunes.
El siguiente en intervenir fue Jorge Orlando Melo, quien trajo a la conversación elementos históricos de la violencia en Colombia y analizó la premisa de que el colombiano es violento por naturaleza. Dentro de su intervención indicó que en Colombia paulatinamente se ha fortalecido una violencia social en medio de la cual cada nueva generación crece y aprende. Dicho proceso entonces se remonta desde los periodos de la conquista y la colonia hasta la actualidad, argumentado en una violencia justificada ya sea por, una construcción racial, intelectual y económicamente inferior del otro o por, la injusticia previa. No obstante, el profesor resaltó que a la par que dicho proceso se adapta a cada época, Colombia también ha empezado a superar el argumento político que justifica la violencia y ha empezado a dar pasos en la superación de la violencia social, los cuales se pueden agigantar con mayor educación.
Finalmente, Julián de Zubiría exhortó sobre la necesaria transformación del sistema educativo. A saber, desde su interpretación del problema, la educación es el único camino para acabar con las violencias cotidianas. Por lo cual, es imperativo adelantar los siguientes cambios en el sistema educativo del país: (a) realizar un cambio en el currículum, para que los niños, niñas y jóvenes del país sean educados en el pensamiento crítico desde la sensibilidad social y emocional; (b) dirigir la voluntad política a la mejora de la política pública en educación; y (c) respetar el Acuerdo Nacional de la Ley de Educación Nacional e involucrar a políticos, maestros y padres en su evaluación, implementación y mejoramiento.
Al concluir el panel inicial, se dio paso a la segunda parte del evento la cual consistió en la presentación de los resultados del Estudio de percepción sobre la violencia en Colombia realizado por la firma Cifras & Conceptos. Según César Caballero, gerente de la firma, el estudio contempló un total de 1.712 encuestas. Como resultados se indicó que todos los colombianos manifiestan una sensación de inseguridad, la cual es vivida de manera diferente dependiendo de factores como su nivel socioeconómico, su género, edad, entre otros.
Del mismo modo, se resaltó que existe un serio problema de confianza en las instituciones estatales, a lo que se suman rezagos en la eficiencia de sus acciones en la gestión de problemas sociales. Según el estudio, sólo el 39% de los encuestados confía en instituciones como recurso para la resolución de conflictos o violencias y la institución en la que más confía es la policía (52%), fiscalía (23%) y las comisarías de familia. No obstante, al evaluar la gestión del apoyo recibido, las instituciones reciben una valoración mayoritariamente mala, en especial la Policía y las gobernaciones.
En línea con lo anterior, el último panel realizado contó con la participación de algunos docentes de la Universidad del Rosario, quienes intentaron contrastar los resultados de la encuesta con el contexto actual de la política colombiana. En esta oportunidad se contó con la participación de Mauricio Jaramillo, profesor de la Facultad de Estudios Internacionales, Políticos y Urbanos; Luisa Ramírez, profesora de la Escuela de Medicina y Ciencias de la Salud; Wilson Herrera y Carlos Charry ambos profesores de la Escuela de Ciencias Humanas.
Luego de realizar la conversación, los académicos llegaron a algunas conclusiones generales. En un primer momento se señaló que, al considerar la preferencia de la ciudadanía de gestionar varios de sus conflictos de manera privada, es indispensable que los padres y maestros estén entrenados y posean las herramientas necesarias para resolver de manera efectiva los problemas de violencia en entornos familiares, laborales y escolares. Así mismo, resaltaron la importancia de fortalecer esfuerzos en la promoción de la educación para la paz en diferentes entornos sociales con el fin de avanzar en la integración social y el diálogo público.
Para finalizar el evento, los panelistas advirtieron que la paz hoy en día es un consenso, una conquista social que se debe proteger de la polarización ideológica y afectiva que permea el proceso electoral. Por lo cual, se debe exigir a los políticos que asuman su responsabilidad y eviten promover la violencia y la polarización.
