El rol de la Policía en la consolidación de la seguridad ciudadana ha sido fuertemente criticado por la opinión pública en los últimos años. Empero, dicho cuerpo policial dentro del sector defensa es indispensable para la protección de los ciudadanos, el fortalecimiento de la convivencia y para la gestión de múltiples asuntos públicos en el país, especialmente a escala local. La discusión sobre su papel, su estructura y los límites de sus funciones ha sido tan álgida, que en el año 2022 el Gobierno nacional llevó a cabo una Reforma Policial la cual, a su vez, suscitó algunas críticas por parte de la población civil, pero también por el mismo sector, pues se considera necesario profundizar las mejoras y concentrar los esfuerzos en una variable ineludible: la convivencia ciudadana.
En este sentido, la Fundación Konrad Adenauer y el Instituto de Ciencia Política llevaron a cabo una discusión de gran relevancia sobre el contexto estratégico de Seguridad y Convivencia en Colombia. Esta conversación entre expertos se realizó el día 2 de junio, como resultado del trabajo realizado por el Grupo de Interés para la Defensa y la Seguridad (GIDESE).
Para dar inicio a la jornada, Stefan Reith, representante de la KAS Colombia extendió unos saludos iniciales a los asistentes y agradeció su participación. El representante felicitó al ICP por su esfuerzo en llevar a cabo una conversación de alto nivel académico en la cual se trataron temas de gran importancia para la administración entrante.
En esta oportunidad, el experto encargado de iniciar la conversación fue Alberto Sánchez Galeano, Asesor Estratégico de la Dirección Técnica de Seguridad de Transmilenio. Dentro de su intervención el experto se concentró en resaltar los asuntos de seguridad y convivencia ciudadana y su relevancia en la estructuración de una visión estratégica del sistema de seguridad del país. En línea con lo anterior, presentó a grandes rasgos una agrupación de los principales fenómenos y riesgos en seguridad y convivencia, a través de una herramienta que denominó nudos estratégicos. Según el experto existen cinco nudos estratégicos que afectan la seguridad y la convivencia ciudadana en el país: (a) la convergencia de riesgos; (b) la desalineación política y táctica; (c) la desconexión territorial; (d) la dependencia policial; y (e) los rezagos de adaptación del sector.
En este orden de ideas, respecto al primer nudo, el experto señaló que en Colombia existe un desgaste operativo de las capacidades civiles y policiales que converge con la vulnerabilidad del sistema frente a choques externos. De acuerdo con el experto, en algunas ocasiones la poca coordinación entre los actores dentro del sistema y las limitadas capacidades del mismo, obstaculizan procesos de judicialización, detención o movilización de capturados en varias ciudades del país.
Sobre el segundo nudo estratégico, el experto señaló que existe una desalineación entre la visión estratégica y los instrumentos de política pública del nivel nacional, así como entre las necesidades estratégicas y las capacidades del sector. Según mencionó el experto, existen dificultades de articulación entre Plan Nacional de Desarrollo, los Planes de Ordenamiento Territorial y los Planes Integrales de Seguridad Municipales. Pero también existen problemas al identificar los límites en la toma de decisión entre las administraciones locales y los jefes de policía, lo cual lleva a desbalances en la aceptación de la responsabilidad entre el actor político y el táctico cuando se presentan dificultades o problemas en la implementación de medidas.
Respecto al tercer nudo, el experto indicó que se evidencian constantes problemas derivados de las fallas en la gestión territorial de la seguridad y la convivencia. Emerge entonces como un problema territorial pues la planeación no responde a las necesidades de los territorios y además perpetúa brechas de capacidades entre entidades territoriales.
En cuanto al cuarto nudo estratégico, el experto señaló que existe una importante confusión entre la política de seguridad y el servicio de policía. Esto desemboca en una sobrecarga de responsabilidades en los cuerpos municipales de policía, los cuales cumplen funciones que no están contempladas dentro de sus facultades operativas. Por lo anterior la policía, debe solucionar problemas que la administración local no gestiona por falta de articulación y recursos; generando un mal complemento entre las capacidades civiles y las policiales.
Para finalizar, el experto expuso que en función de mejorar la seguridad y la convivencia ciudadana, es indispensable trabajar en fortalecer las capacidades de adaptación de la política pública. Resulta entonces imperativo, fomentar una práctica de revisión de las capacidades internas, concentrar servicios esenciales y mejorar las figuras de asociatividad dentro del sector.
Con esto sobre la mesa, los demás participantes pudieron dar a conocer sus apreciaciones y opiniones. Dentro de esta conversación participaron varios miembros de las Fuerzas Militares y de la Policía, logrando llegar a las siguientes conclusiones:
- Es necesario mejorar la coordinación entre las autoridades locales políticas y policiales, con el fin de mejorar la gobernabilidad y establecer un sistema de gobernanza de la seguridad y la convivencia.
- Se requiere una mejor planeación de los recursos financieros desde la escala nacional hasta la local, pues muchos recursos no son utilizados de manera correcta (o no son utilizados en absoluto), por falta de planificación y porque se desconoce el funcionamiento de las fuentes de financiación existentes.
- La educación sobre seguridad y defensa es indispensable para identificar con precisión la naturaleza del problema y para que tanto la población civil como los tomadores de decisión se informen del tema. En este punto, se resalta el papel que tienen las universidades y los centros de pensamiento en la construcción de conocimiento.
- Es importante avanzar en una normativa clara que defina las funciones del actor político y del táctico, pero que también establezca nuevas formas para evaluar la efectividad del trabajo de la policía que no se concentren sólo en las cifras.
Para dar cierre a esta última mesa de expertos, Carlos Chacón agradeció la participación de los asistentes y resaltó la importancia de este ejercicio para el devenir del país. Así mismo indicó que aún hay varias cosas sobre las cuales trabajar, principalmente en la construcción de una cultura ciudadana que ayude a construir tejido social y sensibilice a la población sobre el impacto de la criminalidad en la vida cotidiana de todos los colombianos. Finalmente, señaló que este debate debe trascender la institucionalidad y se debe trasladar a la prevención de la violencia en entornos familiares, escolares y laborales.