El objetivo de las mesas fue analizar las problemáticas que presenta la migración venezolana en la ciudad de específicamente en cuanto al acceso a derechos, xenofobia/aporofobia, acceso a servicios públicos domiciliarios y seguridad ciudadana, con el ánimo de encontrar insumos de política pública para su gestión.
En representación del Observatorio de Venezuela, el investigador Ronal Rodríguez resaltó el trabajo del Observatorio en la búsqueda de insumos de política pública que guíen la respuesta para la atención a las poblaciones migrantes, en las ciudades donde se experimenta la mayor migración con vocación de permanencia. Por su parte, María Paula León, Coordinadora de Proyectos de la KAS Colombia, señaló la importancia de atender el fenómeno migratorio en la búsqueda por fotalecer la democracia y Estado de derecho en Colombia. En las mesas participaron académicos, representantes de ONG’s nacionales e internacionales, centros de pensamiento y funcionarios públicos de la ciudad de Barranquilla.
El martes 23 tuvo lugar la mesa que abordó el acceso a derechos. Allí se observó que las brechas en información conducen a escenarios en los que las autoridades, aún sin ser necesario, exigen la regularización migratoria para prestar servicios. También, a que la población migrante desconozca las rutas, canales y procedimientos disponibles para su atención, como también la función de algunos documentos. En materia de salud se observó la necesidad de avanzar en la atención de tratamientos para enfermedades que requieren seguimiento, ya que la atención se ha concentrado en urgencias, asistencia de partos o control prenatal. En materia de educación se observa que la falta de identificación dificulta la trayectoria educativa y desincentiva la permanencia, en tanto se pierde el proceso en estudiantes que se desplazan o en aquellos que pasan a bachillerato o terminan el colegio, no pueden recibir sus grados. En materia de empleo se observó la necesidad de avanzar en la formación y certificación de competencias y apoyo a emprendimientos que permita a los grupos más vulnerables superar sus desventajas para generar ingresos, y más aún, para acceder a empleo formal.
En la segunda jornada de estas mesas, se desarrolló el diálogo entorno al acceso a servicios públicos domiciliarios de la población venezolana en la ciudad de Barranquilla. En esta conversación se planteó la importancia de legalizar el estatus de esta población migrante con el fin de posibilitar la formalización de los lugares de vivienda que actualmente son “invasiones”, “barrios pobres” y hasta rellenos sanitarios. Un ejemplo de las complejas condiciones de vivienda para los migrantes es el barrio Villa Caracas, un asentamiento al suroccidente de la ciudad con calles sin pavimentar y que no ofrece las mejores condiciones de vida a esta población[1]. Esto se ancla a las dificultades en términos legales de prestar servicios de salud y de servicios públicos domiciliarios tales como agua, gas o energía.
Para finalizar se rescató la labor de la sociedad civil en la prestación de ayuda humanitaria y se propuso generar canales de apoyo que permitan colaborar con este trabajo. Así mismo se rescató la importancia de actualizar la información sobre población migrante y retornados colombianos para poder consolidar bases tanto para la construcción de una política migratoria nacional como una local que permita crear instituciones migratorias que garanticen la vida digna de la población, ya que se menciona que hacen falta en esta ciudad. Así mismo, es importante una labor interadministrativa para que los asentamientos entre ciudades o municipios puedan también gestionarse y dignificar la vida de los migrantes venezolanos.
En la tercera sesión de este proyecto los distintos actores públicos, privados y de la sociedad civil dialogaron en torno a qué elementos debería incluir el Plan de Desarrollo Municipal de Barranquilla para garantizar una inclusión efectiva de la población migrante en la capital del departamento de Atlántico. Uno de los puntos centrales que los participantes manifestaron fue la necesidad de que las entidades territoriales expidan permisos locales que aceleren el proceso de formalización de esta población, pues para acceder a los distintos servicios y derechos que el Estado colombiano ofrece es necesario que la población ostente de un estatus jurídico en Colombia. Otro de los aportes centrales de esta sesión fue la necesidad de que las políticas diseñadas para tratar el fenómeno migratorio incluyan enfoques de género que reconozcan las particularidades de un fenómeno que cada vez empieza a tener más un rostro de mujer.
Finalmente el viernes 26 tuvo lugar la última mesa que abordó la integración y xenofobia. Al respecto se identificó la necesidad de reducir las brechas en información y orientación acerca de las rutas de acceso a derechos, procedimientos y canales, como una forma de asegurar la integración y evitar abusos o engaños a la población migrante. También, se observó la necesidad de esfuerzos en integración laboral, que van desde la bancarización, formación y certificación de competencias, como también en que los actores operen como puente entre la demanda o las necesidades de las empresas y la oferta de la población migrante. De igual manera se señaló la necesidad de aplicar un enfoque de género en el abordaje de la migración, emprender labores conjuntas con comunidad migrante y de acogida y prestar apoyo psicosocial como formas de evitar la xenofobia. Si bien se reconocieron avances en la inclusión del tema migratorio en herramientas de gestión como el Plan de Desarrollo de la ciudad, se hizo un llamado para dar operatividad y fijar indicadores de desempeño a dichas metas.
[1] Semana (2020).Villa Caracas: reflejo de las condiciones de vida de los migrantes venezolanos. Consultado en: https://migravenezuela.com/web/articulo/migrantes-venezolanos-en-villa-caracas-barranquilla/1594