Este libro nos permite ver que el trabajo sigue siendo la clave y línea transversal que atraviesa la historia de la Doctrina Social. Nos muestra en el trabajo humano la dignidad de quien lo realiza, con o sin un salario, en la empresa, en el hogar, en la escuela, o donde quiera que se hagan obras buenas en favor del ser humano; y como fuente de santificación cuando se realiza por amor a Dios o por amor a los hombres y mujeres del mundo.