En el capítulo 9, D. Marotta señala que la normativa vigente genera poca flexibilidad en el mercado laboral, desincentivan la inversión y la contratación de mano de obra, por lo que sugieren una revisión del marco jurídico. Señala que las reformas se pueden discutir como parte del Foro de Diálogo Social que acompaña la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Considera que la Ley Orgánica del Trabajo y su reglamento deberían ser modificados con la participación de los principales actores del diálogo social, con lo que debe reformarse la institucionalidad del Estado en materia laboral. También son necesarias políticas públicas para la generación de empleo en un entorno atractivo para las inversiones, complementadas con programas que permitan reeducar y reinsertar a la mano de obra.
Asimismo, cree oportuno que se revise institucional y legalmente la seguridad social y el sistema de pensiones y jubilaciones para rescatar el cumplimiento de los principios básicos planteados en la Constitución.
Por otro lado, propone aplicar programas conjuntos entre el Estado y el sector privado que generen empleo formal y permitan elevar el nivel de formación y capacitación para el trabajo. Estos proyectos podrían ser desarrollados con financiamiento externo y asistencia técnica, al tiempo que podrían establecerse acuerdos entre instituciones privadas de formación técnica.
Para el futuro considera necesario volver a la mesa de diálogo tripartito y hacer seguimiento a la hoja de ruta establecida en el Informe de la Comisión de Encuestas. Además, señalan que se deben implementar políticas públicas que incentiven la formalización de los negocios y de los empleos, y contribuyan a recomponer el ecosistema de emprendimiento.
Finalmente, sugiere evaluar el impacto de las nuevas tecnologías en el mercado laboral, y generar políticas que permitan fortalecer la conexión con empresas globales, locales y la fuerza de trabajo, además de modificar la legislación para incorporar nuevas modalidades como el trabajo a distancia y el autoempleo. “El estudio de la transformación tecnológica, digital, energética y de sostenibilidad ambiental sobre el mercado laboral debe ser abordado con varias investigaciones de carácter multidisciplinario de forma conjunta con universidades, institutos, sector privado, entre otros actores no gubernamentales”, apunta Marotta.