- La Fundación Konrad Adenauer México, el INE, Polilat, la Confederación USEM y el CEPOS presentan la evaluación del Índice de Desarrollo Democrático de México a 10 años (2010-2020).
- Este informe presenta la visión y los desafíos que se observan respecto a las dimensiones que integran el Índice de Desarrollo Democrático.
- Además, destaca que la crisis que existe de la representación política responde a múltiples causas y degrada la calidad del sistema democrático actual.
Los desafíos para la democracia global
Un enorme desafío para la valoración de la democracia reside en lograr que los ciudadanos, que se han desprendido de los valores tradicionales -más centrados en lo colectivo (la familia, la comunidad)- y se vuelcan al culto del consumo y del individualismo, logren perfeccionar y sostener un sistema democrático, cuya esencia necesita nutrirse de la confianza en otros y en la construcción colectiva.
Por otra parte, América Latina, que no ha logrado ni alto desarrollo, ni procesos de integración virtuosos, presenta una agenda política de problemas estructurales más vinculados al atraso, que al progreso. La violencia, el narcotráfico, la pobreza y la desigualdad, junto a su debilidad institucional conforman el ramillete básico de problemas y de oportunidades para una mejor democracia.
Los retos de la democracia en México
Desde ese punto de observación se puede afirmar que el proceso mexicano y las complicaciones que afectan su desarrollo democrático presentan aspectos muy similares a los referidos al proceso de la democracia a nivel global.
Entre múltiples retos establecidos para la democracia en general, mencionaremos algunos que se abordan en este informe:
Las dificultades para generar una agenda pública positiva, como consecuencia de la polarización, con sus derivados de las fake news, los trolls, la posverdad.
La existencia de un fuerte impulso destinado a torcer los legítimos intereses de la democracia, que buscan el bien común, de quienes tienen poder económico y político y pretenden una democracia ajustada a sus intereses sectoriales o personales.
La consolidación de una sociedad diversa, con agenda e intereses múltiples, que torna compleja la intermediación política.
Partidos políticos y dirigentes que se muestran ensimismados, concentrados en atender sus intereses particulares o sectoriales.
Gobiernos obligados a administrar agendas múltiples, que intentan abordarlos mediante un tratamiento secuencial. Hoy la realidad no admite ese modo secuencial: “Primero atiendo la pandemia, luego la pobreza, o la inclusión, o la generación de trabajo...”
Hace falta gestión multitasking y capacidad de comunicación sobre audiencias diversas, tanto de género como de etnias, así como también de diversos estratos sociales y localización geográfica.
El futuro de la democracia
A lo largo de 10 años, el Índice de Desarrollo Democrático (IDD-Mex) ha permitido identificar cuáles son los espacios de mejora y cuáles deberían ser los caminos para poder consolidar un estado democrático y de derecho.
Durante esta década, las instituciones que colaboramos en el desarrollo del IDD-Mex hemos compartido el seguimiento de esta travesía. La realidad política y social del México del 2010 es, en muchos aspectos, radicalmente distinta, para bien y para mal, de la que encontramos en el México del 2020; sin embargo, también hay otros desafíos y circunstancias que permanecen casi inalterados.
Al principio del informe se describen los retos generales que tiene México como país y en su capítulo final, quienes formamos parte de este ejercicio de análisis, decidimos no sólo revisar la situación actual del ejercicio democrático en los distintos estados de nuestro país, sino también dirigir la mirada hacia el futuro, para preguntarnos cómo serán los siguientes 10 años de la democracia en México. Cuáles serán los principales desafíos, los avances y los temas clave que definirán el panorama de la democracia mexicana en el año 2030, que además será año de elecciones presidenciales.
Resulta muy probable que los siguientes 10 años sean por lo menos tan dinámicos como lo ha sido la década anterior. Los avances tecnológicos, los cambios sociales e incluso las disrupciones de origen natural, como la pandemia de COVID-19, incuban, aceleran o descartan tendencias con el potencial de alterar profundamente a la sociedad.
Se producirán seguramente cambios, algunos que ya se pueden visualizar y otros inimaginables y que tendrán un profundo impacto sobre la manera en que entendemos la democracia, sobre el funcionamiento de las instituciones que sostienen su ejercicio y sobre las expectativas del ciudadano respecto a su propia participación y a la confianza que depositarán en los partidos, los candidatos y en los procesos electorales.
Este informe presenta la visión y los desafíos que se observan respecto a las dimensiones que integran el Índice de Desarrollo Democrático, con el objetivo de generar consensos sobre el rumbo de la democracia en el país, en una “hoja de ruta de la democracia”, que establezca qué queremos y qué debemos hacer, para lograr un desarrollo democrático armónico en un México mejor.
Descargar estudio: www.idd-mex.org
Ver la presentación completa: https://youtu.be/R3ujy3-yM3I
