Según los datos disponibles, el crimen organizado en el Atlántico central y sur se ha expandido y se ha vuelto endémico, creando una creciente demanda de políticas de seguridad marítima en América Latina y África para desarrollar estrategias de seguridad y defensa transatlánticas que salvaguarden los intereses políticos y económicos de estos Estados en la región. En ese sentido, la seguridad marítima en el Atlántico Central y Sur está cada vez más en el centro de la atención nacional e internacional y del interés de muchos países en América Latina, África, América del Norte y Europa.
Por lo tanto, es necesaria la interconectividad entre diferentes actores, incluyendo gobiernos, fuerzas armadas, parlamentos, empresas y partes interesadas preocupadas, para forjar alianzas, lograr la integración y enfrentar los desafíos de seguridad. Para comenzar a construir una política de seguridad marítima multirregional, es necesario establecer una plataforma que involucre a actores políticos, militares, instituciones internacionales y el sector económico de ambas orillas del Océano Atlántico.
La cooperación multilateral puede abarcar diferentes aspectos en los desafíos militares y no militares de la seguridad marítima. También puede incluir dimensiones más sutiles relacionadas con el mantenimiento de rutas marítimas libres para el flujo constante de alimentos, personas, bienes y barcos, la seguridad portuaria y el uso de dominios marítimos. Desde esta perspectiva, SALMA Dialogue for Peace and Security tiende a crear el espacio adecuado para estimular la Cooperación Sur-Sur y Triangular (CSST), generando así más sinergias y logrando un mayor impacto a través de estrategias de seguridad marítima globales.
Aspectos destacados de la conferencia
Puntos clave destacados enfocados en:
- Los desafíos y amenazas que enfrentan países y regiones en términos de seguridad marítima presentan similitudes notables, aunque tienen capacidades y recursos diferentes para abordarlos. Desde la pesca ilegal y el tráfico de drogas hasta el crimen organizado y las amenazas ambientales, estos problemas varían en su manifestación según la región. Por lo tanto, el intercambio de experiencias es crucial para ofrecer nuevas perspectivas y buscar soluciones en colaboración con socios estratégicos.
- Las necesidades de los países y sus instituciones, como las fuerzas navales, son comparables. Es vital prestar atención al aumento de los recursos económicos asignados para fortalecer la seguridad marítima, incluida la renovación de barcos, la adopción de nuevas tecnologías y la capacitación de personal estratégico.
- La cooperación internacional es un pilar fundamental para fortalecer la seguridad marítima en el Atlántico central y sur. A través del intercambio de conocimientos e información, se puede mejorar la comunicación entre países, anticipar amenazas y situaciones de crisis, y promover intercambios de expertos, lo que conduce a beneficios significativos a nivel global.
- Las nuevas tecnologías, como la inteligencia artificial y el análisis de datos, son herramientas indispensables para abordar los desafíos de seguridad marítima. Es crucial proporcionar capacitación en estas áreas y actualizar constantemente las tecnologías de la información para desarrollar estrategias efectivas.
- Fortalecimiento de medidas de ciberseguridad y reducción de riesgos cibernéticos en infraestructuras clave, como puertos, estados y buques, a través de un análisis integral de vulnerabilidades institucionales.
- La colaboración entre organizaciones no gubernamentales, la sociedad civil y empresas privadas juega un papel fundamental en la seguridad marítima regional. Es esencial coordinar esfuerzos a través de mesas multiactor para optimizar el uso de recursos disponibles.
- Se propone el futuro de la cooperación triangular para identificar y fortalecer las organizaciones navales horizontales existentes, con el objetivo de preservar la seguridad marítima y la protección y agregar valor a la diplomacia.
- Construir un conocimiento común compartido a través de asociaciones horizontales, especialmente de naturaleza técnica, centradas en la recopilación y análisis de datos del entorno marítimo.
- La cooperación triangular puede fortalecer las asociaciones navales horizontales, equilibrar las relaciones de poder y fomentar intercambios horizontales, superando así las dinámicas de donante-receptor y permitiendo que todos los socios compartan sus experiencias y recursos.
- Se recomienda una mayor participación de los Ministerios de Relaciones Exteriores de los países para garantizar el seguimiento de los acuerdos de cooperación entre diferentes armadas. Fortalecimiento de la comunicación fluida entre instituciones locales e intercambio de datos entre autoridades respectivas en los países.
Abordando los desafíos
Esta conferencia es la tercera que se centra en la seguridad marítima en el Atlántico Medio y Sur. Durante el primer evento en Cartagena en 2022, fue evidente la falta de contacto y conocimiento entre las regiones de América Latina y África (los participantes expresaron que nunca habían estado en el otro continente y viceversa). Fue obvio que las conferencias de SALMA Dialogue han abierto puentes para el trabajo conjunto entre ambas regiones desde su lanzamiento. Las principales barreras identificadas durante las discusiones de este año fueron:
- La falta de comunicación,
- la ruptura de la continuidad,
- el lanzamiento efectivo de cooperación técnica concreta y eficiente,
- la movilización de partes interesadas para financiar procesos de cooperación. En ese contexto, destacan las presentaciones ofrecidas por varios expertos de antecedentes militares, políticos y académicos, enfocadas en las diferentes brechas y análisis de la situación actual de la seguridad en el Atlántico Medio y Sur y recomendaciones. Estas presentaciones se centraron en compartir mejores prácticas sobre:
- cooperación multilateral en asuntos de defensa: la relevancia del poder marítimo en el Atlántico Sur; la implementación de una gobernanza marítima sostenible en el Atlántico y el papel de los formuladores de políticas;
- cooperación estratégica entre América Latina y África para abordar los desafíos de seguridad en el Atlántico Sur;
- fortalecimiento de la diplomacia de defensa en el contexto de la seguridad marítima; lanzamiento de un enfoque multilateral para participar en una dinámica de seguridad atlántica efectiva; y Cooperación Sur-Sur y Triangular para diseñar estrategias regionales efectivas.
Falta de comunicación
El General Birame Diop (Asesor Militar, Oficina de Asuntos Militares, Departamento de Operaciones de Mantenimiento de la Paz, Naciones Unidas, nombrado en abril de 2024 como el nuevo Ministro de Defensa de Senegal) insistió: "no podemos ser buenos socios si no nos conocemos lo suficiente". Para avanzar y establecer procesos de comunicación sostenibles, es importante:
- crear nuevos canales para corregir esta falta de comunicación,
- iniciar mecanismos de cooperación bilateral con las fuerzas navales en ambas regiones para crear interacciones concretas,
- mejorar la participación de representantes de África y América Latina en estas reuniones, lo que es clave para facilitar la creación de redes y continuar el intercambio. Uno de los resultados inmediatos extraídos de las discusiones fue la reunión celebrada entre representantes de Senegal, Colombia, Nigeria, Uruguay, KAS ADELA y SALMA Dialogue, para lanzar el proceso de cooperación técnica.
Ruptura de continuidad
Dado que el enlace se interrumpe cuando cambian los puntos focales, es necesario seguir la rotación de las autoridades para garantizar la continuidad. Identificar los puntos focales adecuados con las habilidades necesarias y la capacidad de continuidad relevante para asegurar que la cooperación sea sostenible a largo plazo, así como incluir nuevos participantes para incorporar nuevas perspectivas sobre este tema.
Lanzamiento efectivo de una cooperación técnica concreta y eficiente
La creciente necesidad de trabajo cooperativo entre ambas regiones debe centrarse en abordar los desafíos de amenazas y riesgos que puedan surgir a nivel marítimo, como el tráfico de drogas, la pesca ilegal, los accidentes marítimos y la capacidad de respuesta (ambiental y estructural).
La cooperación técnica eficiente debe concentrar esfuerzos en:
- Ejercicios militares entre las regiones de América Latina y África.
- Promover el seguimiento de iniciativas políticas relacionadas con la seguridad marítima más allá de los cambios en las autoridades políticas.
- Fortalecer la diplomacia para coordinar iniciativas conjuntas y reforzar y armonizar la legislación marítima en el Atlántico central y sur.
- "La Diplomacia de Defensa es el conjunto específico de prácticas sociales para construir y mantener relaciones de defensa no coercitivas entre estados y otras entidades con estatus en la política internacional", mencionó el Almirante Silva (Brasil).
- Proporcionar una visión clara de la asociación, asistencia y objetivos deseados en cuanto a seguridad marítima para garantizar una negociación diplomática adecuada, recomienda el Contralmirante Mamman, Jefe de Estado Mayor del Cuartel General del Comando Naval Occidental de Nigeria.
- Compartir capacidades de recursos entre socios que puedan generar una atención adecuada en la región, desarrollar capacidades a través de ejercicios conjuntos, intercambio de doctrina y entrenamiento (como el programa US Sea Rider), ayudando a proporcionar instalaciones de Conciencia de Dominio a países que lo requieran.
- Promover la integración de todos los socios desde el principio en todos los procesos de seguridad marítima colectiva, desde la coordinación hasta la capacidad de intercambio de información a través de bases de datos que involucren a actores no gubernamentales, como ONG y Think Tanks, para desempeñar un papel tanto como observadores como promotores de soluciones para abordar temas marítimos.
Movilización de partes interesadas para financiar el proceso de cooperación
En un momento de creciente inestabilidad geopolítica, Europa debe reevaluar su enfoque multilateral y buscar nuevos socios estratégicos en el "sur global", estableciendo relaciones que generen beneficios mutuos. Dada la liderazgo global de la región en seguridad, especialmente debido a sus sólidas alianzas y capacidades navales, su experiencia puede contribuir significativamente al fortalecimiento de la capacitación y el intercambio de conocimientos con otras regiones. Para desarrollar una estrategia común, Europa debería centrarse en el proceso de cooperación y establecer una dinámica sostenible para involucrar a los actores clave.
Recomendaciones Clave
Los diferentes oradores principales expresaron una serie de recomendaciones que se enumeran a continuación:
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La necesidad de visitarse mutuamente y asegurarse de que las visitas bilaterales y multilaterales estén aseguradas.
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Los mecanismos de networking deben ser sostenidos mediante actualizaciones regulares entre sí, especialmente para garantizar la continuidad cuando cambian las posiciones, y el impacto de las herramientas virtuales en asegurar la participación más allá de las conferencias.
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El papel principal de las ONG está subestimado en el análisis de los actores interesados. Los ministerios de defensa deberían desarrollar la apertura para escuchar y cooperar con esos actores.
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Los estudios académicos avanzados en el sector marítimo son clave para desarrollar conocimientos y construir asociaciones con actores no estatales.
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La diferencia en la estructura de gobernanza no está ayudando a la cooperación.
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El crimen organizado transnacional se combate de manera más efectiva a través de la cooperación internacional.
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Más del 80% de las incautaciones de drogas ilícitas tienen lugar en el mar, la interdicción marítima debe fortalecerse.
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El intercambio de inteligencia es la clave para lograr efectividad en el desmantelamiento de redes criminales transnacionales.
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La Armada de Colombia invita a todos los países a integrar esfuerzos para mejorar el control de las líneas de comunicación marítima.
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Algunas de las zonas en el Golfo de Guinea, especialmente las Zonas D, E y F, han cooperado para establecer Centros de Coordinación Marítima Multinacionales (MMCC) para coordinar los esfuerzos de las Agencias de Aplicación de la Ley Marítima en la contención de los delitos marítimos dentro de sus zonas.
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Los socios deben proporcionar una visión clara sobre la asociación, la asistencia y la sinceridad de propósito.
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Los socios ayudan en la recapitalización de marinas y guardacostas débiles del Golfo de Guinea.
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Capacitación a través del intercambio conjunto de doctrina y entrenamientos (US Sea Rider).
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Ayuda en la provisión de instalaciones de Conciencia de Dominio a países que lo requieran.
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Fortalecer y armonizar la legislación marítima a través de la diplomacia.
